VACUNACIÓN E INMUNIZACIÓN

Vacunación o inmunización activa acontece cuando una persona es estimulada, por acción de una vacuna, a desarrollar una defensa contra una enfermedad infecciosa.

Vacunas liberadas en Estados Unidos hasta  el año 2.007: Ántrax, Tuberculosis (BCG), Papera, Cólera, Tos Ferina (Pertusis), Difteria, enfermedad de Lyme, Encefalitis Japonesa, Fiebre Amarilla, Gripe, Hepatitis A, Hepatitis B, Haemophilus  B, Meningococo, Peste, Neumococo, Polio, Rabia, Rubéola (sarampión alemán), Sarampión, Tifus, Tétanos, Varicela, Papilomavirus humano (HPV), Rotavirus,

Administración de múltiplas vacunas

La mayor parte de las vacunas se pueden  emplear de forma simultánea y, eventualmente, en preparación única. Algunas necesitan aplicación en sitios y vías distintos, brazo o muslo, inyección intramuscular o subcutánea. Algunas vacunas no deben ser aplicadas simultáneamente (vacunas orales contra polio y contra fiebre amarilla o contra cólera).

Dosis perdidas de vacunas

Por si acaso se hubiera pasado por alto el plazo de aplicación de una vacuna no hay necesidad de recomenzar la serie entera de vacunación,  debiéndose administrar la dosis olvidada en la primera oportunidad.

Estado de vacunación desconocido o incierto

Las personas que no están seguras acerca de su estado de vacunación deben considerarse como susceptibles a la enfermedad en cuestión y , debiéndose actualizar  la inmunización apropiada.

Dudas y contraindicaciones

No se  contraindica la vacunación en las siguientes situaciones:

  • enfermedades agudas con fiebre moderada hasta 38° C
  • Diarrea sin manifestación sistémica
  • Fase de convalecencia
  • Tratamiento con antibiótico
  • Reacción previa a vacuna con bermellón, dolor, edema local y fiebre moderada
  • Nacimiento Prematuro
  • Embarazo
  • Exposición a enfermedad infecciosa
  • Amamantar
  • Desnutrición

Inmunización pasiva

La inmunización pasiva implica en la administración de anticuerpos preformados a un individuo.

Tres situaciones orientan la inmunización pasiva:
 

  • Deficiencia en la elaboración de anticuerpos (uso de corticoides)
  • Exposición a una determinada enfermedad en pacientes de riesgo importante ( niño leucémico expuesto al sarampión)
  • Terapéutica (cuando una persona ya enferma puede  beneficiarse suprimiendo efectos tóxicos, como, por ejemplo, en el botulismo o disminuyendo una reacción inflamatoria, como en la enfermedad de Kawasaki.) Los productos usados en estas situaciones son generalmente gammaglobulina o similares.