CÓLICO RENAL

  

Nombre alternativo: Cólico Nefrítico

 

¿Qué es?

 

Es un dolor agudo, intenso, oscilante (va y viene), proveniente del aparato urinario superior (riñón). Es uno de los dolores más atroces de la medicina, y generalmente causado por piedras (cálculos) en el riñón o en el uréter. La piedra causa obstrucción de la orina que viene del riñón, dilatándole. Esta dilatación es la fuente del dolor. Existen otras causas de cólico renal, como coágulos, ligadura quirúrgica del uréter o incluso compresiones extrínsecas del uréter por tumores.

Es una de las urgencias urológicas más frecuentes, afectando ambos hombres y mujeres en proporción de tres para un, respectivamente.

 ¿Qué se siente?      

El dolor lumbar es el síntoma principal, intenso, en cólico con irradiación anterior para el abdomen y hacia abajo en dirección al testículo en el hombre, o hacia los labios mayores de la vagina en la mujer.

Si la obstrucción resulta más baja hacia la vejiga puede haber dolor abdominal y síntomas urinarios (micciones frecuentes, quemazón para orinar).

 

No hay posición del cuerpo relacionada que esté con el dolor ni tampoco una posición que alivie el dolor.

Por lo general,  el paciente está agitado. Náuseas y vómitos frecuentemente acompañan el cuadro.  

¿Cómo se hace el diagnóstico?

 

Las susodichas quejas y señales junto con la percusión dolorosa del riñón hacen sospechar de cólico renal. La percusión renal se hace con la muñeca cerrada sobre la espalda del paciente donde se ubica el riñón.

 

Un examen físico completo es necesario con la finalidad de descartarse otras patologías.

 

El análisis básico de orina por lo general presenta sangrado microscópico (hematuria microscópica), especialmente si hay piedra (cálculo.)

 

A menudo se requieren exámenes de imagen. Entre ellos, los más comunes son la radiografía simple de abdomen, la urografía venosa (radiografía de los riñones con utilización de contrastes venosos) y la ecografía abdominal. En casos de diagnóstico más difícil, se debe solicitar la tomografía computarizada (uno 85 % de sensibilidad) y la resonancia nuclear magnética. La ureteroscopia es un método cada vez más frecuente por permitir tratamiento concomitante.

 

Generalmente, se obtiene el diagnóstico sin mayores dificultades. Sin embargo, algunas situaciones pueden confundir el diagnóstico, principalmente cuando hay náuseas y vómitos: apendicitis, estreñimiento, colecistitis, diverticulitis, gastritis agudas, pancreatitis, aneurismas y disección de la aorta, tumores, etc.

 

¿Cómo se trata?

 Se debe tratar el dolor, de inmediato, con analgésicos, antiespasmódicos y antiinflamatorios  empleados por vía oral, intramuscular o endovenosa, según la gravedad del caso. El paciente se puede tratar en su casa. En caso de que su cuadro sea más grave o el dolor no ceda con medicación rutinera, se indica  internamiento en hospital para la administración de medicaciones más potentes, tales como analgésicos derivados del opio. Náuseas y vómitos se deberán tratar concomitantemente. 

Después del control del dolor, se debe combatir la causa de la obstrucción, por ejemplo haciendo la retirada de la piedra. Se puede hacer la desobstrucción de forma provisoria a través de tubos llamados catéteres. Un de estos frecuentemente usado es el doble-J con extremidades torcidas de manera que, cuando colocados dentro del aparato urinario, no se puedan desplazar. En muchos casos de piedras, estas son eliminadas espontáneamente con alivio inmediato del dolor. Una vez que se haya resuelto el problema (cálculo eliminado o removido), se debe solicitar a los pacientes exámenes con finalidad de diagnosticarse la causa de cálculo (estudio metabólico.) Determinación de los dosajes, en orina y sangre, de las siguientes sustancias: calcio, fósforo, ácido úrico, creatinina, citrato, magnesio, sodio, fosfatase alcalina.

 

Preguntas que usted puede hacer a su médico.

 ¿De dónde vienen los cálculos? ¿Cálculos pueden causar cáncer?  

¿La alimentación tiene importancia como causa de los cálculos?