ALCOHOLISMO Y DROGADICCIÓN

ALCOHOLISMO Y DROGADICCIÓN

 
Trastornos psiquiátricos relacionados al uso de alcohol y otras drogas psicoactivas

 
Nombre alternativo: dependencia química.


El uso de sustancias que modifican el estado psicológico se ha producido en todas las culturas conocidas desde la antigüedad. En las sociedades modernas, sobre todo en las occidentales, el uso descontrolado de estas sustancias se ha convertido en uno de los principales problemas de salud pública. Prácticamente todo el mundo tuve ya algún tipo de contacto con cafeína o nicotina (cigarrillos) y la gran mayoría ha experimentado ya con el alcohol y buena parte de los jóvenes ha experimentado ya con la marihuana.

Se considera una sustancia psicoactiva (drogas) toda sustancia, utilizada por cualquier vía de administración, que altera el humor, el nivel de percepción o las funciones del sistema nervioso central, y que puede ser legalmente prescripta, utilizada, o ilegal.

Sin embargo, no hay una frontera clara entre lo que sea el simple uso de droga, el abuso o mismo la dependencia severa, pues todo eso ocurre en un continuum. La droga asume un rol progresivamente más importante en la vida del usuario, quedando sus actividades y su círculo social cada vez más asociados al uso, lo que resulta entonces en problemas de orden familiar, social, legal, financiero y físico, entre otros, causados por la droga.

Se considera abusivo el uso de la droga cuando sobrepasa cualquier patrón social o médico corrientes para el uso de esta sustancia y eso empieza a causar daño a la vida del usuario con respecto a uno o varios de los aspectos antes mencionados. Por otra parte, la dependencia o uso compulsivo implica la necesidad (deseo irrefrenable) de la droga, ya sea de orden psicológico o físico. En el último caso, el organismo del individuo se ha adaptado a la droga y presenta síntomas cuando de su abstinencia.

 
ALCOHOLISMO

 
El Alcoholismo es una enfermedad que afecta la salud física, el bienestar emocional y el comportamiento del individuo. En conformidad con las estadísticas americanas él afecta al 14% de su población, y en Brasil se estima que un 10% a 20% de la población padezca este mal. El alcohol es clasificado como un depresor del sistema nervioso central.

 
Efectos físicos

 
Los efectos físicos causados por el alcohol son:

 

  • Disminución de los reflejos
  • El uso a largo plazo hace aumentar el riesgo de enfermedades como el cáncer en la lengua, boca, esófago, laringe, hígado y vesícula biliar.
  • Si se consume en gran cantidad  puede acarrear daños cerebrales irreversibles

 
Efectos emocionales

 
Los efectos emocionales y de comportamiento son:

 

  • Pérdida de la inhibición, haciendo que la persona intoxicada por alcohol pueda hacer cosas que normalmente no haría como, por ejemplo, manejar un coche a alta velocidad.
  • Alteración del humor, acarreando rabia, comportamiento violento, depresión y, incluso, el suicidio.
  • Puede resultar en pérdida de memoria
  • Perjuicio de la vida familiar, acarreando desacuerdo entre la pareja, además de problemas emocionales a largo plazo para los niños.
  • Disminución de la productividad en el trabajo.

 
¿Cómo desarrolla el individuo el alcoholismo?

 
El individuo puede convertirse en alcoholista debido a un conjunto de factores, que incluyen la predisposición genética, estructura psíquica, influencias familiares y culturales.

Se sabe que tanto los hombres como las mujeres tienen 4 veces más probabilidad de tener problemas con alcohol si sus padres fueron alcoholistas.

 
Por lo general, el viene asociado a otras condiciones psiquiátricas como el trastorno de personalidad, depresión, trastorno afectivo bipolar (antiguamente conocido como psicosis maníaco-depresiva), trastornos de ansiedad y suicidio.

 
Efectos del alcohol

 

  • Intoxicación por alcohol:

 
Los síntomas dependen de la concentración de alcohol en la sangre.

En el inicio del cuadro el individuo se puede volver serio y retraído o hablante y alegre. Pueden ocurrir crisis de risa o llanto. En general, ocurre somnolencia.

El individuo gradualmente comienza a perder la coordinación motora , presentando dificultad para hablar y caminar. Los reflejos se vuelven más lentos. Intoxicaciones graves con mayores concentraciones de alcohol en la sangre pueden llevar al coma, depresión respiratoria y a la muerte.

 

  • Intoxicación patológica:

 
Se caracteriza por cambios intensos de comportamiento y agresividad tras ingerir una pequeña cantidad de alcohol. La duración es limitada, siendo común que acontezca la amnesia. Debido a la violencia de las manifestaciones puede ser necesario, incluso, internar al paciente, además de medicarlo.

 

  • Abstinencia del alcohol

 
Es provocada por la suspensión de su consumo por pacientes que  hacen uso de alcohol en gran cantidad y por tiempo prolongado.

Los primeros síntomas de abstinencia tienen inicio tras 12 horas de suspensión de la bebida. Los síntomas más comunes son: temblores, acompañados de irritabilidad, náuseas, vómitos, ansiedad, sudoración, pupilas dilatadas y taquicardia. Puede evolucionar para una condición clínica más grave llamada delirium por abstinencia de alcohol (antiguamente conocido como delirium tremens).

 
Delirium

 
Es una emergencia médica y que si no es tratada adecuadamente puede llevar  a convulsiones y muerte en hasta un 20% de los casos. Por lo común inicia en la semana en que el paciente deja de beber. Él  presenta taquicardia, sudoración, fiebre, ansiedad, insomnio. También puede presentar alucinaciones como, por ejemplo, ver insectos o otros bichos pequeños en la pared. El nivel de la consciencia del paciente ‘fluctúa’ entre un estado de hiperactividad y un de letargo.

 
¿Cómo hace el diagnóstico el médico?

 
Se obtiene el diagnóstico a través de una anamnesis (historial) del paciente y de su familia, además de un examen físico. Las pruebas de laboratorio no sirven para el diagnóstico del alcoholismo, sin embargo pueden dar ‘pistas’ si el paciente hace uso crónico de la bebida, además de dar una idea aproximada del grado de la lesión producida en algunos órganos por los efectos tóxicos del alcohol, como por ejemplo el hígado.

 
¿Cómo tratarlo?

 
En primer lugar, hay que esclarecer que no existe un tratamiento ideal  para el alcoholismo. Por ello, se debe proceder a una evaluación individual de los casos. Entonces, a partir de un buen examen físico se debe indicar el tratamiento más apropiado para cada paciente, de acuerdo con el grado de dependencia y del punto de desarrollo de la enfermedad en que se encuentra el individuo.

 Hay que recordar que las recaídas son corrientes en pacientes alcoholistas.

En la gran mayoría de los casos, el propio paciente no consigue percibir hasta qué punto  está dependiente de la bebida, siempre propenso a negar el uso y, incluso, su dependencia de ella. En estos casos, se puede empezar el tratamiento ayudando el paciente a reconocer su problema y la necesidad de tratarse y de intentar abstenerse del alcohol. La indicación de internamiento, por lo menos como etapa inicial de desintoxicación, suele ser la regla.

 
A continuación, los tratamientos disponibles a nivel de ambulatorio:

  • terapia cognitiva conductual
  • psicoterapia de orientación analítica, realizadas individualmente o en grupo.

 
Los grupos de autoayuda como los Alcohólicos Anónimos ha demostrado ser una de las alternativa más eficaces para el tratamiento del paciente alcohólico y para el seguimiento de su familia, lo que suele ser requisito indispensable para el buen funcionamiento del tratamiento.

 
Algunos medicamentos pueden ser utilizados para provocar una reacción física violenta en el individuo que ingiera alcohol, o aún bloquear su voluntad y placer de beber.
 

DROGADICCIONES
 

Existe un nombre muy grande de sustancias utilizadas como drogas que pueden ser clasificadas de distintas maneras. A continuación, sólo encontraremos informaciones sobre drogas de mayor significado, según la frecuencia y diseminación de su utilización. 

  • Cannabinoides (marihuana y hachís): se encuentra entre las drogas más utilizadas. La principal sustancia psicoactiva es el THC (tetrahidrocannabinol). Estas sustancias son preferentemente fumadas. Sus efectos físicos son la taquicardia, ojos rojizos, sequedad de la boca, temblores en las manos, además de daños en la coordinación motora y fuerza muscular. Sus efectos psíquicos son variables. Por lo común, provocan relajamiento, disminución de la ansiedad, aumento del apetito, euforia, alteración de la percepción del tiempo y espacio. Por eso, puede facilitar la ocurrencia de accidentes automovilísticos graves. En dosis más altas pueden ocurrir delirios, alucinaciones con pérdida del sentido de la realidad, además de sentimientos de persecución. Se considera una droga de la ‘calle’, ‘ligera’, porque no existe informe de dependencia física. Sin embargo, el consumo crónico puede llevar al llamado síndrome amotivacional, debido al daño causado en la memoria de fijación, lo que resulta en falta de interés, desmotivación para la vida cotidiana y con serios perjuicios hacia la integración social, escolar o profesional del individuo.

  • Estimulantes del Sistema Nervioso Central (cocaína y anfetaminas).

Son sustancias cuyo efecto predominante es el estímulo del cerebro a través del bloqueo de células inhibitorias o por la liberación de sustancias neurotransmisoras (sustancias liberadas por una célula cerebral para estimular otras). La cocaína puede presentar distintos efectos según la vía de administración. La vía intravenosa y el fumar tienen efectos más rápidos y intensos que la vía inhalatoria (esnifar). Sus efectos físicos son el aumento de la presión arterial, temperatura, temblor en las extremidades y dilatación de las pupilas (midriasis). Los efectos psíquicos son una sensación de bienestar, euforia, aumento de autoconfianza, hiperactividad, pérdida de la timidez, pérdida del apetito y de la sensación de cansancio. Con el aumento de la dosis aparece la ansiedad, irritabilidad, aprensión, desconfianza, incluso puede llegar a delirios y alucinaciones tanto auditivas como visuales.

En usuarios crónicos ha sido descrito un cuadro de letargo, hipersomnia (somnolencia), humor depresivo que, en casos graves, puede incluso llevar al suicidio. La cocaína desarrolla una compulsión muy fuerte en los usuarios. Por vía  inyectable puede producir arritmias cardíacas, convulsiones, flebitis, endocarditis, además del SIDA, los cuales son síndromes potencialmente fatales. Por vía nasal puede causar atrofia de la mucosa nasal o mismo perforaciones en el tabique nasal.

 
Las anfetaminas son también muy utilizadas bajo la forma de comprimidos anorexígenos, que muchas veces se prescriben como coadyuvantes  en los tratamientos para adelgazar. Por lo general, ellas producen efectos físicos y psíquicos semejantes a la cocaína. Pueden también desencadenar ataques típicos de pánico.
 

  • Benzodiacepinas y otros sedantes: está entre las medicinas que más se recetan en el mundo actualmente, siendo utilizados como sedantes, hipnóticos o ansiolíticos. Aproximadamente el 90% de los pacientes clínico-quirúrgicos hospitalizados reciben estas drogas. Son sustancias con utilidad clínica, pero tienen importante potencial para el uso abusivo porque presentan tolerancia, dependencia psíquica y física. Ellas actúan como depresores del sistema nervioso central, caracterizándose por somnolencia , niveles variables de sedación  y relajamiento muscular. Producen daño en la memoria y en el desempeño psicomotor. En dosis muy elevadas pueden producir intoxicaciones con sedación acentuada, arritmias cardíacas y depresión respiratoria.

 
TRATAMIENTO DE LAS DEPENDENCIAS QUÍMICAS

 
No existe un tratamiento universal para las drogodependencias; ninguna modalidad terapéutica ha resultado claramente superior para todos los pacientes.

 
Existen, sin embargo, algunos principios comunes que deben estar presentes en cualquier enfoque terapéutico:

 

  • Todo tratamiento requiere una larga duración,  una vez que se trata de una enfermedad crónica;
  • El tratamiento debe ser voluntario a fin de que se obtenga mejores resultados;
  • Los tratamientos compulsorios deben ser la excepción visto que, en su mayoría, estos pacientes no pueden ser considerados legalmente incapacitados;
  • La participación familiar es de importancia crucial tanto para promover las desmitificación de la existencia de culpados por la drogadicción, como para mejorar las siempre conturbadas relaciones familiares por sentimientos de rabia, frustración y culpabilidad, tan corrientes en tales  situaciones;
  • cada tratamiento esquemáticamente se compone de tres etapas: búsqueda de la abstinencia, tratamiento de las complicaciones de la drogodependencia y prevención de las recaídas.