PÚRPURA

 

Nombres alternativos:
Manchas de sangre; Hemorragias cutáneas, Equimosis, Hematomas, Moretón.

¿Lo qué es?

Es la presencia de sangre fuera de los vasos sanguíneos en la piel o en las mucosas. Como la camada cutánea es discretamente transparente, esta sangre se visualiza como una mancha purpúrea. Su tamaño es variable, de acuerdo con el volumen de sangre extravasado. Si la cantidad de sangre es muy pequeña, pero las chiquitas manchas son en gran número se suele denominarlas petequias, dejando el nombre de púrpura para las manchas más grandes.

¿Cómo se adquiere?

La púrpura es provocada por la rotura de muy pequeños vasos del sistema circulatorio, llamados capilares por analogía a hilos de cabello, por donde fluye la sangre. Esta rotura es generalmente ocasionada por traumatismos en la piel o en las mucosas. En mujeres y niños es frecuente el aparecimiento de púrpuras en los muslos y piernas con traumatismos mínimos, o incluso sin traumatismos, de tamaño de hasta cinco cm de diámetro, en personas normales. Puede también ocurrir cuando el traumatismo es ocasionado por una inyección intramuscular o en la coleta de sangre para pruebas.

¿Lo qué se siente?

En la mayoría de veces, estas manchas son indoloras cuando pequeñas. Cuando mayores, indicando que la cantidad de sangre extravasado de los capilares, o pequeñas venas, es mayor, pueden ser dolorosas.

¿Cómo el médico diagnostica?

El médico busca  clarificar si esta manifestación de hemorragia es única o si existen otros tipos de sangrado en la persona. En general, la manifestación hemorrágica es limitada a la púrpura y el médico intentará investigar la causa relacionada a dos factores principales: en el propio capilar o en un elemento fundamental de la hemostasia (nombre dado a la capacidad de nuestro organismo en estancar el sangrado) que son las plaquetas. Las plaquetas son fragmentos microscópicos de citoplasma de un determinado tipo de célula encontrado en la médula ósea (megacariócitos.) Las plaquetas tienen la capacidad de agregarse y adherirse a las mínimas lesiones y cerrar con extrema rapidez pequeños “fugas” en el sistema circulatorio. Cuando estas plaquetas están en número muy reducido, mínimas roturas de los capilares provocan hemorragia localizada y el surgimiento de petequias o púrpura. En algunas situaciones, incluso con número de plaquetas normales, el trastorno puede ser ocasionado por un disturbio de la función.

Caso sea encontrada una deficiencia cuantitativa o cualitativa en las plaquetas, en una segunda etapa de la investigación, el médico buscará la causa de la disminución del número o de la deficiencia funcional. El número de las plaquetas puede estar disminuido por enfermedades propias del tejido formador de las plaquetas en la médula ósea, o debido a que esto tejido sufrió destrucción con la quimioterapia o radioterapia. En otras situaciones, la formación de las plaquetas es adecuada y su disminución resulta de una destrucción acelerada.

Los defectos de función de las plaquetas pueden tener origen genéticos o adquiridas.
Entre las causas adquiridas se incluyen enfermedades tales como la insuficiencia renal crónica o medicamentos ( los más conocidos son los efectos de la Aspirina y Antinflamatorios sobre la función de las plaquetas.)

Cuando las plaquetas estuvieren normales, la causa de la púrpura debe se hallar en el propio capilar, bajo una condición generalmente denominada  “fragilidad capilar”. Las causas de esta fragilidad incluyen desde enfermedades genéticas, deficiencia de vitamina C, pueden tener causas alérgicas, hormonales, deficiencia en la estructura de la piel, por envejecimiento natural (púrpura senil), o aún sin causa determinable.Caberá al médico, mediante análisis del conjunto de datos del paciente, encontrar la causa de la púrpura.

¿Cómo se trata?

No hay un tratamiento único. Estará siempre relacionada con la causa que originó esta manifestación. Algunas cremas y pomadas que se aplican sobre las lesiones, facilitan la reabsorción de la sangre extravasada, tornando más corto el tiempo de evolución de las manchas. Éstas pasan por varios tonos de color, del morado al marrón y amarillo, antes de desaparecer.

¿Cómo se previene?

Cuando hay una causa identificada, un mayor cuidado con traumatismos en el cotidiano auxilia a atenuar esta manifestación.
En los casos en que una causa no puede ser identificada es importante que el paciente tenga conciencia que, a pesar de los trastornos estéticos que la púrpura puede acarrear, ésta no es una manifestación de enfermedad grave.

Preguntas que usted puede hacer al médico

¿La púrpura puede transformarse en enfermedad de mayor gravedad?
¿La púrpura, en mi caso, tiene causa bien definida?
¿Qué cuidados debo observar para mejorar, o no empeorar, el cuadro?
¿En el caso de una gestación se puede transmitir la enfermedad al bebé?
¿El tratamiento propuesto es curativo o paliativo?
¿Si mis plaquetas están bajas, cual el número mínimo para no tener riesgo de hemorragia grave?
¿En virtud de la púrpura, tengo alguna restricción a medicamentos?