En los EE.UU., el número de personas victimadas por enfermedades cardiovasculares viene disminuyendo año tras año, gracias a las correcciones dietéticas que adoptan las personas.
Para corregir sus hábitos alimentares trate de averiguar lo que son grasas saturadas – las que elevan el malo colesterol (LDL) – y no saturadas- no elevan el colesterol.
Grasa Saturada.
Las grasas saturadas son la principal causa de la elevación de los niveles de colesterol de la sangre.
La principal fuente de estas grasas proviene de los animales y de ciertas plantas.
Se recomienda no ingerir más de 200mg por día de colesterol y no más de que un 30% de la ingestión de calorías provenientes de grasas con menos de un 7% provenientes de grasas saturadas.
Ahí se incluyen carne de res, grasa de res, cerdo, sebo, manteca, nata, leche, queso y otros alimentos provenientes de la leche. Son todos alimentos que contienen colesterol y grasas saturadas.
De las grasas de vegetales se incluyen la grasa del coco, aceites tropicales, mantequilla de cacao.
Grasas hidrogenadas.
La hidrogenación de las grasas ocurre durante su preparo industrial, lo que pasa, por ejemplo, con la margarina.
Grasas no saturadas (Poli o mono.)
Se encuentran, por lo común, en grasas líquidas obtenidas de vegetales.
Entre los poli no saturados están el óleo de sésamo (o ajonjolí), girasol, maíz, soja, nueces y semillas.
Entre los mono no saturados están el óleo de canola, maní, aguacate y el aceite de oliva.
Las grasas no saturadas ayudan a disminuir los niveles de colesterol de la sangre cuando son usadas en la alimentación, como sustituto de las grasas saturadas. Incluso las margarinas preparadas con estas grasas se deben usar con moderación. La saturación de las grasas no saturadas, por la industrialización, con el fin de lograr que se conviertan más espesas, hace que ellas resulten tan nocivas como las grasas saturadas al natural. Las grasas no saturadas también se saturan por las altas temperaturas (frituras).
Se aconseja seguir las recomendaciones básicas a continuación:
- Use óleos naturales, no hidrogenados, tales como de canola y aceite de oliva.
- Busque alimentos industrializados producidos con grasas no saturadas.
- Use margarina como sustituto de la manteca, pero busque las margarinas líquidas o las cremosas en vez de las más duras. Busque las que contengan menos de 2g de grasa saturada por cuchara de té y que en su composición los aceites líquidos sean predominantes.
- Evite las papas fritas, las donas (dónuts) y galletas.
- Evite alimentos grasos.
- Evite alimentos industriales y comerciales fritos y pastelería por que son ricos en grasas.
- Evite las comidas rápidas y frituras en general.