SANGRADO ANAL

El sangrado anal puede ser causado tanto por la ocurrencia de hemorroides como por otras enfermedades menos o más grave que la enfermedad hemorroidal.

Entre estas se puede citar:

  • Patologías del anorrecto.
  • Patologías del Recto.
  • Patologías del colon.

Se debe aún considerar que ellas todas pueden ser de origen benigno o maligno.

En este momento, nos gustaría recordar a los lectores que un gran porcentaje de portadores de sangrado anal deja de intentar un diagnóstico por temor al tratamiento que la tradición ha marcado como doloroso o demorado lo que, en el presente, ya no es verdadero.

En el caso de la enfermedad hemorroidal, queremos resaltar que el tratamiento se tiene desarrollado hasta el punto de que la terapéutica quirúrgica se reserva, en general, para los cuadros más avanzados de esta condición.

Pero lo más importante es que se tenga noción que el sangrado no es sinónimo de hemorroides, y que no todas hemorroides necesitan tratamiento quirúrgico o presentan sangrado.

Existen otras afecciones que producen sangrado anal:

  • Hay en la estructura del ano una región denominada zona dentada (línea pectínea) donde se encuentran algunas formaciones diferenciadas: las criptas y las papilas anales.
  • Procesos patológicos, como las infecciones, pueden instalarse en estas citadas estructuras causando dolor y produciendo discretos sangrados.
  • Estas infecciones pueden evolucionar, localizándose en glándulas que existen en esta área, y determinar la formación de un absceso anal con dolor intenso.
  • Su drenaje espontáneo provoca eliminación de secreción purulenta que muchas veces es acompañada de pequeño sangrado.
  • El recto es la última porción del colon antes de llegar al ano. Existen patologías del recto, tales como procesos inflamatorios o pequeñas masas (pólipos), que pueden producir sangrado anal.
  • Estas dos enfermedades son buenos ejemplos de patologías que necesitan exámenes especializados, que deben ser realizados, generalmente, en ambulatorio; eso porque, para llegar a estos diagnósticos, es necesario que se utilice instrumental adecuado que permita visibilizar tales dolencias.

Además de ello, para patologías inflamatorias del recto, así como para pólipos, una vez confirmada su existencia, el paciente deberá someterse a una investigación más detallada. Ambas necesitan, por lo tanto,  un examen de endoscopia denominado Colonoscopia.

Las enfermedades inflamatorias, inicialmente, son de tratamiento clínico que depende del tipo de inflamación, extensión del comprometimiento del colon y eventuales complicaciones, como por ejemplo un estrechamiento el intestino. En cualquiera de los casos, es necesario el examen de laboratorio del material recogido en la colonoscopia.

La otra patología citada, el pólipo, puede ser único o múltiplo. Cuando se presenta apenas uno o en pequeño número, ellos son retirados durante el examen de endoscopia. En esto caso, la endoscopia tiene no sólo una finalidad diagnóstica, sino que también terapéutica, resolviendo el problema, por lo menos, hasta se conocer el resultado del examen de laboratorio del tejido retirado.

Cabe llamar la atención que estas dos patologías citadas, que son inicialmente benignas, pueden, en una fase más adelantada, volverse malignas. He aquí, entre otras, una de las razones por la cual se debe buscar el diagnóstico siempre que haya los primeros signos de sangrado anal. Cabe entonces destacar que estas enfermedades son tratadas de una forma bien más eficaz si el diagnóstico es precoz.  

También puede el cáncer de colon, en algunas situaciones, mostrar señales de su existencia a través de eliminación de sangre por el ano, durante la evacuación del vientre o fuera de ella. Es una enfermedad muy frecuente y, si tratada precozmente, tiene un alto índice de cura.

Insistimos por lo tanto que, al surgir un cuadro como sangrado anal, el paciente deberá tratar de aclarar lo antes posible su causa (sólo será urgente si el sangrado es abundante), y el diagnóstico en la fase inicial, por regla general, llevará a un tratamiento clínico o quirúrgico con mejores resultados.

El individuo que tenga un sangrado anal no deberá comparar su caso con lo que ocurrió con sus conocidos, amigos o familiares, pues cada caso tiene causas específicas que solamente podrán ser determinadas por el examen realizado por el médico. Y, además de ello, no toda igualdad de patología determina la misma evolución terapéutica y, aún menos, el mismo pronóstico. Los resultados son siempre individuales y no colectivos.