ABUSOS SEXUALES

 

La violência como enfermedad

Existen cuatro categorías distintas de abuso sexual:

  •  paidofilia/pedofilia (abuso sexual en niños)
  • Violación
  • Acoso sexual
  • Explotación sexual profesional

Ellas todas requieren tratamiento, tanto para los abusadores como para las víctimas. No pocas veces ocurre que la victima se convierte en abusador en el futuro.

Paidofilia

Nombres alternativos: abuso a menores, incesto, acoso de menores.

La paidofilia es un trastorno parafílico, en el cual el individuo presenta fantasía y excitación sexual intensa hacia niños prepúberes, llevando a la práctica tales urgencias, con sentimientos de angustia y sufrimiento. El abusador tiene por lo menos 16 años de edad y tiene por lo menos 5 años más que la víctima.

El abuso ocurre en todas las clases sociales, razas y niveles educacionales.

La gran mayoría de los abusadores son hombres, pero se sospecha que los casos de madres abusadoras estén subdiagnosticados. Existen 4 clases de edad de abusadores:

  • Jóvenes hasta 18 años de edad – que aprenden el sexo con sus víctimas
  •  Adultos de 35 a 45 años de edad, que acosan a sus hijos o los de sus amigos o vecinos.
  • Individuos con más de 55 años de edad, quienes sufrieron algún estrés o alguna pérdida por muerte o separación, o incluso con alguna enfermedad que afecte el sistema nervioso central.
  • Aquellos que independiente de la edad, es decir, aquellos que siempre fueron abusadores durante toda su vida.

El sexo practicado con niños es por lo general genitobucal, siendo menos frecuente el contacto genitogenital o genitoanal.

Las causas del abuso son variadas. El abusador por lo general justifica sus actos, razonando que está brindando al niño oportunidades de desarrollarse en el sexo, de ser especial y saludable, y incluso practicando sexo con su asentimiento. Se puede involucrar afectivamente y no tener ni idea acerca de los límites entre los papeles o diferencias de edad.

Cuando ocurre eso en el ambiente familiar (el abusador es el padre o padrasto, por ejemplo), el proceso es bastante complicado. Normalmente se suele internar al niño para su protección, y todo un equipo trabaja para aclarar la situación. A veces, el niño también sufre maltratos y debe ser tratado físicamente. La familia se divide entre los que acusan el abusador y los que acusan la víctima, culpabilizando a la última de contribuir y provocar el abuso. El tratamiento es entonces dirigido inicialmente para la intervención en crisis.

Después, se debe tratar tanto el niño como el abusador y la familia a largo plazo. Debito a que el abuso a menores es considerado un crimen, el tratamiento del abusador se vuelve más difícil. Las consecuencias emocionales para el niño son bastante graves, quienes resultan  inseguras, culpadas, deprimidas, con problemas sexuales y problemas en las relaciones íntimas en su vida adulta.

Violación

Nombres alternativos: violencia o violación sexual, asalto sexual.

Se define la violación como el acto físico de asaltar  y forzar a alguien a practicar sexo sin su consentimiento, estando la persona consciente o no (bajo el efecto de drogas o en coma).

Por lo general, el violador es hombre y alberga sentimientos odiosos hacia las mujeres, sentimientos de inadecuación y inseguridad con relación a su desempeño sexual. Puede presentar desvíos sexuales, sadismo o anormalidades genéticas con tendencias a la agresividad.

La víctima es normalmente estigmatizada, tiendo la sociedad tendencia a acusarla directa o indirectamente por provocar la violación. Ella se siente impotente y incluso para delatar al violador, quien suele a menudo ser alguien ya conocido, y se siente muy culpada y temerosa de represalias.  Puede muchas veces creer que la violación no fue una violación, sino que fue una actitud por ella permitida y de su responsabilidad. Tal actitud dificulta a que se delate el crimen. Los sentimientos de baja autoestima, culpabilidad, vergüenza, temor (fobias), tristeza y desmotivación son corrientes. La  idea del suicidio también puede empeorar el cuadro. Los síntomas semejantes al estrés postraumático (trastorno de ansiedad típico en los soldados del posguerra) son comunes.

El tratamiento consiste en concienciar a la víctima de que la violación fue un asalto sexual, un crimen, involucrando a persona conocida o incluso a una persona desconocida, con quien la víctima hubiera tenido una sita a ciegas.

Acoso sexual

Nombres alternativos: abuso, intimidación sexual

El acoso sexual incluye una aproximación sexual indeseable, una solicitud de favores sexuales o cualquier conducta física o verbal de naturaleza sexual. 

Hay leyes que protegen a las personas de prejuicios sexuales, basándolas en tales situaciones.

Existen  dos tipos de acoso:

  • Cuando la víctima está presionada a prestar algún favor sexual o someterse de alguna forma por encontrarse en una posición   jerárquica inferior a su abusador.
  • Cuando la víctima está presionada a sentirse en un ambiente desagradable, específicamente por su sexo. Por ejemplo, una mujer de ser hostilizada o no bienvenida por ser una mujer en determinado ambiente laboral, resultando que se sienta tan mal a punto de abandonar a su trabajo o ahí permanecer con sufrimiento.

El tratamiento para esas víctimas consiste en ayudarlas a tomar medidas legales contra el abusador, entrenándolas para que puedan identificar cuando se presenta una situación de abuso.

Explotación sexual profesional

La explotación sexual profesional ocurre cuando hay algún tipo de participación sexual (o intimidad) entre un individuo que está prestando algún tipo de servicio (de confianza y con algún poder delegado) y un individuo que buscava a su ayuda profesional.

Puede ocurrir en todos las relaciones profesionales en las cuales haya algún tipo de poder de un inviduo sobre el otro (asimetria). Ejemplos son las relaciones médico-paciente, psicólogo-paciente, abogado-cliente, profesor-alumno y párroco-parroquiano.

Se hizo ya mención en el juramento de Hipócrates a las restricciones a la intimidad sexual entre profesionales de la area médica y pacientes, que se remonta a 400 años antes de Cristo, prohibiendo esto tipo de actividad sexual. Actualmente, tanto el código de ética médica como el código de los psicólogos plantean los mismos princípios, considerando muy serios los daños causados hacia los pacientes.