ENFERMEDADES CARDÍACAS-FACTORES DE RIESGO

 

¿Lo qué es?

Son condiciones que predisponen una persona a mayor riesgo de desarrollar enfermedades del corazón y vasos.

Existen diversos factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares, los cuales puede dividirse en dos categorías: mutables y inmutables.

Factores inmutables.

Son factores inmutables aquellos que no podemos cambiar y, por ello, no se puede tratarlos. Son ellos

Hereditarios: Los hijos de personas con enfermedades cardiovasculares tienen una mayor propensión para desarrollar enfermedades de esto grupo. Descendientes de la raza negra son más propensos a hipertensión arterial y en ellos la hipertensión suele tener un curso más severo.
Edad: cuatro entre cinco personas acometidas de enfermedades cardiovasculares están con más de 65 años. Entre las mujeres de edad, aquellas que tuvieran un ataque cardíaco tendrán el doble de probabilidad de morir en pocas semanas.
Sexo: Los hombres tienen mayores probabilidades de tener un ataque cardíaco y sus ataques ocurren en un grupo de edad menor. Incluso después de la menopausia, cuando el índice de las mujeres aumenta, ella nunca es tan elevada como en los hombres. 
 
Factores Mutables

Son los factores sobre los cuales podemos influir, cambiando, previendo o tratando.

Tabaco: El riesgo de un ataque cardíaco en un tabaquista es el doble que en aquello que no fuma. Los fumadores pasivos también tienen el riesgo de un ataque cardíaco aumentado.

Colesterol elevado: Los riesgos de enfermedad del corazón aumentan a medida que los niveles de colesterol están más elevados en la sangre. Junto a otros factores de riesgo como presión arterial elevada y tabaco esto riesgo es todavía mayor. Esto factor de riesgo es agravado por la edad, sexo y dieta. 

Presión arterial elevada: Para mantener la presión elevada, el corazón realiza un trabajo mayor, con esto va hipertrofiando el músculo cardíaco, que se dilata y queda más débil con el tiempo, aumentando los riesgos de un ataque . La elevación de la presión también aumenta el riesgo de un accidente vascular cerebral, de lesión en los riñones y de insuficiencia cardíaca. El riesgo de un ataque en un hipertenso aumenta varias veces, junto con tabaco, el diabetes, la obesidad y el colesterol elevado.
 

Vida sedentaria: La falta de actividad física es otro factor de riesgo para enfermedad de las coronarias. Ejercicios físicos regulares, moderados a vigorosos tienen un importante papel en evitar enfermedades cardiovasculares. Incluso una  ejercitación moderada, siempre que se haga con regularidad, es  benéfico, sin embargo los más intensos son los más indicados. La actividad física también previene la obesidad, la hipertensión, la diabetes y baja el colesterol.

Obesidad: El exceso de peso tiene una mayor probabilidad de provocar un accidente cerebrovascular o enfermedad cardíaca, incluso si están ausentes otros factores de riesgo. La obesidad requiere un mayor esfuerzo del corazón, además de estar relacionada con enfermedad de las coronarias, presión arterial, colesterol elevado y diabetes. Disminuir de 5 a 10 quilos el peso ya reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Diabetes: La diabetes es un serio factor de riesgo para la enfermedad cardiovascular. Incluso si el azúcar en la sangre está bajo control, la diabetes aumenta significativamente el riesgo de enfermedad cardiovascular y cerebral. Dos tercios de las personas con diabetes mueren de las complicaciones cardíacas o cerebrales provocadas. En la presencia de la diabetes, los otros factores de riesgo se tornan más significativos y amenazadores.

Los anticonceptivos orales: Los actuales anticonceptivos orales (ACOs) tienen pequeñas cantidades de hormonas y el riesgo de enfermedades cardiovasculares es prácticamente nulo para la mayoría de las mujeres. Fumadoras, hipertensas o diabéticas no deben usar anticonceptivos orales por aumentar en mucho el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Se citan otros factores que pueden influenciar negativamente los factores ya mencionados. Por ejemplo, estar constantemente bajo tensión emocional (estrés) puede hacer con que una persona coma más, fume más y tenga su presión más elevada. Determinados medicamentos pueden tener efectos semejantes, por ejemplo, la cortisona, los antiinflamatorios y las hormonas sexuales masculinas y sus derivados.